Entrenar una maratón no es fácil, requiere (sin obsesionarse) mucha constancia, algo de fuerza de voluntad, cuidarse un poco más de lo habitual y, sobretodo, tiempo, mucho tiempo. Tiempo que tendrás que intentar compaginar con tu vida normal sin que se note demasiado, aunque es una tarea imposible de lograr porque, entrenar una maratón, aunque no lo quieras, se convierte en tu vida.
Según acumulas kilómetros y horas de entrenamiento, vas perdiendo peso, necesitas más descanso, te pasas el día haciendo estiramientos de gemelos y femorales para aliviar la sensación de carga y tienes la sensación de ir un poco zombi por el mundo…
El 27 de julio (justo hoy hace 3 meses) empecé a preparar la Maratón de Valencia del próximo 15 de noviembre. Gracias a la tecnología GPS que incorporan los cronómetros deportivos actuales, es fácil sacar estadísticas de todos los entrenamientos. En estos meses (con el único parón total de la semana del sonorama y la siguiente por estar “fuera de servicio”), las cifras (aunque tampoco son para tanto), así a primera vista hablan por si solas:
– 879’69 kilómetros acumulados (en los días que restan para la carrera superaré ampliamente los 1.000 km).
– 69h39’12’’ corriendo (a lo que habría que sumar el tiempo de estiramientos, abdominales (en caso de que las hagas, ejem) y ejercicios varios).
Detrás de estos números hay un gran trabajo de planificación, ya que, en realidad, lo verdaderamente importante no es el “cuánto” sino el “cómo”. No sé para otras cosas, pero aquí el tamaño no es lo más importante…
Un botón como muestra: este jueves haré 20 series de 500m lo que hace un total de 10km (+ 6 o 7 km de calentamiento). Ayer mismo corrí 10km muy fácil, sin apenas carga o desgaste físico, mientras que este jueves sé que, cuando termine la última de las series, acabaré doblado por la cintura intentando encontrar oxígeno en donde sea.
Y aquí es donde tengo la fortuna de contar con una grandísimo entrenador, con un altísimo nivel de preparación y no menor nivel de calidad humana, que me planifica cada entrenamiento, me asesora cada semana, me motiva y anima para cumplir mi meta. No puedo estar más agradecido por dedicar parte de su tiempo libre en el mío. Mil gracias, tú ya sabes mister!!
El objetivo para este 15 de noviembre no es otro que correr esos 42.197 m lo más rápido que pueda para superar mi mejor marca personal, así de sencillo, así de complicado.
Tanto mi entrenador como yo somos conscientes que ya estoy muy cerca del límite de mi capacidad, por lo que cada vez tengo más complicado mejorar mis marcas. Pero también ambos vemos que estoy entrenando bien, los ritmos están saliendo y tengo mucho ánimo para, al menos, intentar ir a por ello.
No sé lo que ocurrirá en la carrera, pero tengo la certeza de que después me voy a comer una paella con todos los corredores de Guada que nos desplazamos para allá que se nos van a saltar las lágrimas… bien regadita con jarras de cerveza, of course.
THE DICE (AND LEGS) ARE LOADED!!
Pd: estas fotografías corresponden a la Maratón de Sevilla del pasado 22 de febrero (todavía no las había compartido por aquí!?!)
Pdd: qué buenos recuerdos disfrutando de la carrera con mi amigo y compañero de entrenos Toni… cómo lo pasamos, cómo te voy a echar de menos esta vez!!