Antes de poneros la crónica de las carreras de Valentin y Ana, os ponemos en antecedentes. Valentin ha tenido un año complicado por las lesiones y hace poco más de un mes terminó el Gran Trail de Peñalara. Después estuvo 3 semanas de parón por una fisura en el maléolo producido en el Gran Trail de Peñalara. Ana no tuvo tanta suerte en los 80 km del Gran Trail de Peñalara. En el km.16 de la carrera se cayó y ya no pudo llegar a tiempo al control de Canto Cochino.
Aquí os dejamos la crónica de Valentín en la dura carrera que tuvieron que sufrir ambos, dura por la carrera en si por distancia, desnivel y por meteorología que sorprendió a los participantes de las distintas carreras. Tenéis también disponible en el blog de Víctor su crónica con su resultado en el maraton de las Tucas (42Kms) y el de Carlos Ruiz que corrió la Vuelta del Aneto (63Kms).
Crónica de Valentin Garcia Mota.
Al final la pata bien, me quitaron la férula el martes 16 y corrí unos 4-5 días, buenas sensaciones con el tobillo pero pésimas con la bursitis y la inactividad tras 3 semanas. Aun así me subí a Benasque este finde, teníamos las niñas con mis suegros y mi mujer corría el maratón, yo el último día posible me inscribí en el Gran Trail con ánimo de ver hasta dónde llegaba. Eran 114km y unos 6500 positivos. Xavi también estaría para correr la Vuelta al Aneto, otra pana de 63 km.
Salí este viernes después de currar y llegamos a Benasque sobre las 20h30, recoger dorsales, corriendo al hotelillo y espaguetis a piñón, la salida era a las 0h00. Por delante una primera noche y 63 km para llegar a Benasque en el primer bucle, luego otro bucle de 51 para meta. En mi cabeza la idea de unas 13h para el primer bucle y 10h para el segundo para tratar de llegar antes de la medianoche del sábado y cenar con mi mujer que habría acabado ya el maratón. Un poco extraño, pero era la forma de celebrar el 15 aniversario de bodas. Que potito todo.
Cuando empieza la carrera y comenzamos la pista ya me doy cuenta que la teoría es una cosa pero sobre el papel no se levantó ninguna catedral, se dibujan pero luego hay que poner piedra tras piedra. Recuerdo bien la carrera de hace 5 años y el comienzo es pista rodable y aunque va cogiendo pendiente se puede empujar y yo este año no voy un pimiento. Van pasando las horas y la explosividad de la salida se pierde cada uno pone su ritmo de crucero y yo con el bagaje que llevo no sólo después de estas semanas, sino tras todo este año tan irregular, no doy mucho de sí, así que me acomodo y a seguir. Alcanzamos el primer collado, Vallibierna, después bajamos hacia el ibón de Llauset. Un par de sustos con pequeñas torceduras en el tobillo izquierdo me hace ser consciente de dónde vengo, cuidadín cuidadín, mi hija pequeña cuando nos despidió nos dijo que no se ocurriese volver lesionados que nos teníamos que ir de vacas, vaya presión. Sigo con calma, la carrera estirada, noche nublada entre los claros algunas estrellas, la meteo no ha acertado vaticinaban una noche de luna y estrellas, que pena. Llego al primer avituallamiento en el km 23, una pequeña carpa no hay muchos voluntarios te preparas tú las cosas, algo de sandía, melón, barritas de cereales y una mezcla de frutos secos, además del agua. Delante un pepino vertical de más de 400 m de desnivel positivo. No paro mucho y rápido para arriba, la subida me hace sentir bien coronamos el collado y nos encontramos a una familia, hay un niño de unos 12 años vivaqueando con más voluntarios de carrera. El siguiente tramo de carrera primero llanea por unos ibones y luego hay una bajada por bosque hasta el puente de Sallenques dónde empieza la traca de la carrera. El llaneo no me va muy bien alguno me pasa algún corredor pero de momento sigo metido mentalmente en la carrera y aunque soy consciente de que no hay mucha gasolina de momento parece suficiente. La bajada hasta el puente de Sallenques es más técnica y pesada de lo que recordaba, la disfruto un montón, serían las 5h de la madrugada. Cerca de una hora en la que sólo paso a un corredor.
Tras el puente de Sallenques giramos para encarar un valle de Pirineos de los más bonitos y escondidos, un auténtico tesoro, alta montaña de verdad. La senda por la que entramos en el valle no la recuerdo del 2008 y me resulta algo más dura. Acabamos entrando en el valle y comienza la traca de bloques que recordaba perfectamente, es un valle largo y repleto de caos de grandes bloques de granito. Nos encontramos con el primer vadeo de rio, llego por la margen izqda. del rio y me encuentro a dos corredores en la otra orilla, hay que cruzar el rio que cubre unos 60cm y tiene unos 10 m de ancho, adentro sin dudar, que fría. Seguimos por margen derecha y vamos ganando altura, pasamos un primer nevero, algo vertical. Más caos de bloques otro nevero y así unas tres horas desde abajo hasta que por fin alcanzas las dos palas finales que te ponen en el collado creo que sería sobre las 8h30 cuando andaba por allí. Las horas ya descuadran lo planeado. La bajada tiene una cuerda fija que nos ayuda en la primera pala vertical y luego empieza una bajada hasta el Aigualluts magnífica, de lo más montañera. Una sucesión de caos en descenso con neveros brutal. Al llegar por fin al Aigualluts sobre el km 42 entramos en una pequeña planicie con un par de cursos de agua, veo a corredores unos cientos de metros delante de mí que se ponen a correr, hago lo mismo y me doy cuenta de que la gasolina se esta acabando mis piernas han perdido la costumbre y aunque corro no soy agil y alterno correr y caminar. También me he descuidado con la bebida y se enciende el piloto de la reserva. Llegamos a un puesto de voluntarios que nos dice que tenemos que vadear otro rio para coger la subida a la Renclusa, este vadeo es más ancho y profundo, me dicen por dónde cubre menos y al meterme me doy cuenta que el agua empuja, cuidadín con los pies que la corriente los lleva y a la otra orilla. Al empezar la subida se consuma la desconexión mental. Son 300 metros positivos, no más, y la senda es sencilla pero me siento en crisis nos estoy vacío pero empiezo a hacer cuentas que tal vez me vaya a 14-15 h en el primer bucle y que el segundo serían otras 12h más, con lo que no hay cena el sábado. Más cuentas, examen de daños y repaso de energía física y mental disponible. La ecuación, no sale por delante me queda esta subida luego un terreno de unos 18km muy corribles y ya he visto en esta planicie que no estoy ágil, más todo el segundo bucle con otras tres subidas, una primera de calentamiento hasta Cerler, después un pepinazo de 2000 m positivo hasta el techo de carrera con unos 2850m, altura que no vaticina nada bueno, seguro que sendas verdes y pisadas no encontraré y por último otra subida de unos 1000 para llegar al último collado desde dónde se baja unos 10km hasta meta. No salen las cuentas y tampoco encuentro necesidad de romper mis planes de pasar un finde mitad deportivo mitad familiar, así que tomo la decisión de dejarlo en Benasque.
Peno durante la subida y ya desconectado mentalmente la pájara física se mezcla con la desconexión mental y la sensación es horrible. Alcanzo el refugio de la Renclusa y no me entretengo me tiro al segundo avituallamiento que esta
a un par de km. Allí en la carpa hay unos cuantos corredores, charlamos un poco, apenas he cruzado palabra en todas estas hora de carrera. Empieza una parte fácil muy corrible pero mentalmente no tengo ninguna exigencia conmigo mismo. Corro cuando me apetece y paro cuando quiero, voy muy pendiente del tobillo y sin ninguna exigencia. Me pasan corredores y me dejo ir, paso a algún cadáver en este tramo y se me hace larguísimo. Por fin sobre las 15h llego a Benasque, primero atraviesas el pueblo dónde la gente se vuelca con cada corredor, sonrío y pongo cara de agradecimiento pero tengo la decisión de parar. Del control en meta, nos hacer seguir corriendo al poli para recoger la bolsa intermedia y el avituallamiento fuerte de carrera, desde ahí empieza la subida hacia Cerler.
Al llegar en el avituallamiento hay un corrillo de sillas con unos 10 corredores, tras coger la bolsa me uno al corro y les digo que vaya fiesta tienen montada. Todos son caras serias y preocupadas por lo que se lleva y lo que queda. Empezamos a hablar y muchos empiezan a decidir si siguen o no. Yo lo tengo claro, ni he abierto la bolsa intermedia, como algún bocadillito de jamon con aceite y algo de sandía, a la vez que charlo con los corredores. La organización nos dice que Óscar Perez ha llegado a las 10h a Benasque, eso es una hora más de lo que tenía prevista la propia organización. Este tio es una auténtico crack, el año pasado gano el Tor des Geants en Italia unos 320km, 26000 m positivos en menos de 76h, bajando el record más de 3 horas. Además después ha tardado 5h30 en llegar al refugio de Biados, primero subiendo hasta Cerler y luego el pepinazo que le lleva al collado cima de carrera y por fin bajando a Biados. La gente en su cabeza hace sencillas reglas de tres y empieza a tomar conciencia de lo que queda. Pasa el tiempo y no sale nadie, se cruzan preguntas tu sales, yo sí, yo no, yo pruebo en esta primera subida y luego decido si sigo etc. Estamos a mitad de un pelotón de unas 220 personas y no llegan corredores ni salen del avituallamiento. Por fin un valiente, seguido de otro y otros dos más, ha pasado casi una hora. Le presto las pilas a otro corredor que ha decidido salir y le deseo suerte. Me vuelvo caminando al hotel son las 16h30 más o menos. Hago balance de carrera y de temporada, estoy contento por sentirme de nuevo trailer y correr en verdadera montaña, soy consciente de que no se puede vivir del pasado y hay que sembrar en otoño, invierno y primavera para recoger frutos en el verano. Habrá un 2014.
Aún falta la segunda parte del finde y la gran sorpresa. Llamo por teléfono a mi mujer, hablo con ella sobre las 16h, me cuenta que han salido con media hora de retraso porque llegaban a Benasque el segundo, tercer y cuarto clasificado, que luego han sufrido un atasco en la primera subida porque eran mil corredores y la senda era estrechísima y que van con retraso. La zona es chulísima y ya ha pasado el primero de los tres collados que tiene en su carrera. Le cuento que lo dejo y que voy a esperarla, hablamos de que tal vez suba por la pista de Estos a su encuentro. Me voy al hotel, me pego un baño y me quedo dormido, al levantarme sobre las 18h00 la vuelvo a llamar para ver por dónde anda. No me coge el teléfono, me visto y me paso por meta, son las 18h30 están llegando corredores de las distintas carreras, se espera a Óscar Pérez el primer clasificado del Gran Trail. Sigo llamando a mi mujer y no me coge el teléfono. Decido no coger el coche hasta la pista por dónde iría a su encuentro y me quedo en meta para hacerle unas fotos. Es la primera vez que veo llegar a los primeros de una carrera en la que corro. La llegada de Óscar es brutal, 19h01, emocionantísima. Sigo viendo corredores y compartiendo emociones, a la vez que sigo llamando a mi mujer. Apagado o fuera de cobertura. Pasan las horas. El teléfono no descuelga.
Las nubes que nos han acompañado toda la noche y la mañana se cierran y por fin desvelan sus intenciones, comienza una tormenta brutal, llover no llueve, jarrea agua. La organización nos ha reglado unos paraguas Trango de montaña y la línea de meta se puebla de ellos. Frente a mí esta Fito el compi de Xavi en la vuelta del Aneto la ha hecho en unas 11h20 y le lleva como 1h, le esperamos. SE intensifica la tormenta y mi cortavientos no es suficiente, me acerco al coche a por mi paraguas, Cuando vuelvo ya no está Fito, me doy cuenta que habrá llegado Xavi me muevo por meta buscándoles pero nos les veo. Llueve muchísimo y los corredores llegan calados. Las 20h, las 21h00, más corredores y cada vez menos gente en meta. Sigue lloviendo y empieza a hacer algo de fresco, me he puesto además del cortavientos de carrera, la térmica fina que llevaba en la mochila y las segundas zapas ya están caladas. La previsión de meto que había para el fin empezo anunciando riesgo de tormentas en la tarde del sábado, durante la semana mejoro y pospuso las tormentas al domingo. La web de carrera enlazaba con el blog de un pediatra de Zaragoza, montañero, gran conocedor de Pirineos y aficionado a la meteo que hace previsiones para Pirineos. Este anunciaba una madruga estrellada para el sábado, primer fallo, un sábado por la mañana si nubes y una tarde con un pequeño riesgo de tormenta que evolucionaría a un domingo nuboso, segundo y fatal error. Es evidente que se ha equivocado y las tormentas se han adelantado. Me llama algún amigo de Guada para ver cómo ha ido y así van pasando las hora. El cierre de control es a las 22h00 por encima de lo que mi mujer me había dicho que pensaba hacer, la espera se hace larga y me intranquilizo. Me acerco a meta para preguntar si quedan muchos corredores del maratón y me dicen que sí. Decido salir del pueblo caminando para ir a su encuentro, en la salida del pueblo más gente como yo esperando. Me pongo como hora límite las 22h30 .En Guada le di el frontal a mi mujer y me empiezo a preocupar porque los frontales los tengo sin pilas para que no se sulfaten espero que ella se diese cuenta y pusiera unas pilas.
Me vuelvo hacia línea de meta son las 22h30 y vuelvo a preguntar, me dicen que queda gente en carrera todavía. Por fin a las 22h34 suena el móvil, un número desconocido, dicen mi nombre y me preguntan di soy el marido de Ana Macías. Se identifican como la organización y lo primero que me dicen es que está bien, que no me preocupe y que va a bajar con la organización desde el refugio de Estos a la cabaña Turmon desde dónde pueden coger todoterreno. Conozco esa zona y les digo si puedo ayudar en algo porque sospecho que estarán muy ocupados viendo como se ha puesto la noche, me dice que no, que es zona de acceso restringido. Pero la espera no ha terminado hasta las 00h30 no suena de nuevo el móvil con la llamada de mi mujer. Oirla me deja mucho más tranquilo, me dice que esta camino de Benasque y que la llevan al poli. Cojo ropa y me voy corriendo hacia allí. Al llegar me encuentro unas cuantas camillas y en una ella con una manta térmica, a su lado un corredor con suero una manta de lana y vomitando, al otro un guardia civil con hipotermia. Ella me dice que está bien. Y entonces me cuenta lo que puedo ser y gracias a Dios, no fue.
Entre el segundo y tercer collado del maratón, hay una bajada por caos muy pesada, sobre las 18h30 se desató una tormenta brutal y en ese momento iba sola. Por primera vez me había hecho caso y en lugar de llevar de todo, como tiene costumbre, decidió ir ligera, la meteo no era desfavorable y no iba a estar más de 9h00 en carrera. Sólo un cortavientos que le dejé yo, nada de goretex, no lleva camiseta térmica y no lleva frontal. Me cuenta que empezó a caer un granizo gordísimo y una tormenta eléctrica muy fuerte. Andaba algo apajarada pero tal fue el susto por la tormenta que se rehizo para alcanzar una pareja que iba por delante. Con ellos algo más segura se dio cuenta que tampoco llevaban frontal aunque no era de noche le preocupa la falta de luz. La pareja desciende muy despacio y ella se adelanta sola. Sigue avanzando y en
un momento determinado pierde el gr para seguir por una senda que baja cada vez más, se da cuenta que ahora las marcas con azules no blancas y rojas. Sigue bajando y aunque no ve la pareja no se preocupa porque hay camino muy evidente, pero tras un tiempo este desaparece. Nadie por detrás, nadie por delante. La tormenta sigue, en ese momento se da cuenta que se ha salido del camino, está fuera de ruta. Saca el mapa, llueve mucho, se orienta y decide atrochar para bajar hasta unos ibones dónde espera encontrar la senda. Primera caída y raspón, adelante ,es consciente de que tiene que salir de ahí porque esta fuera del camino de la carrera. Otra caída, esta vez contra el hombro todo el peso del cuerpo y se desliza unos tres metros hasta abajo. Está en un caos de bloque y hay agujeros con huecos de unos metros de caída. Se frena con el pie pero se lleva un golpazo terrible en el costado derecho. Sigue lloviendo y con la tormenta se va oscureciendo, la noche empieza a ganar la batalla. Alcanza los ibones encuentra una senda, no es un gr, no hay marcas blancas y rojas que es por donde discurre la carrera. Se vuelve a orientar y decide un sentido para seguir esa senda. Por fin sobre las 20h45 alcanza un abrigo y un cartel que marca el recorrido del maratón y dice refugio de Estós 1h30. No viene nadie. Una decisión difícil, seguir sin luz anocheciendo o quedarse en el abrigo. Me cuenta que algo en su interior le decía que siguiese, así que empieza a correr, avanza y la noche va cayendo, saca el móvil cuando entra en bosque para ver un poco mejor. Por fin sobre las 21h30 ve a lo lejos las luces del refu, le queda la última subida dentro del bosque. La noche ya se le ha echado encima, sigue el agua y por detrás nadie. 21h45 noche cerrada y un frontal delante de ella, grita y grita, el frontal se vuelve una vez pero sigue, vuelve a gritar, se vuelve de nuevo y se acerca por fin a ella. Cuando la alcanza la luz le pregunta «oye por aquí se baja a Benasque» mi mujer le explica que no y le cuenta lo que le ha pasado y le pide si le puede acompañar al refugio de Estos. Se trata del 11º corredor del Gran Trail, vienen por un bucle más largo y se acaba de equivocar, acompaña a mi mujer hasta el refugio de Estos compartiendo la luz. Se despide de él y entra allí sobre las 22h00, hay un grupo de corredores del maratón, hipotermias, torceduras etc. Pide hablar con la organización para que comuniquen conmigo. Un grupo 5 corredores con un frontal bajan hasta la cabaña Turmon dónde habrá un todoterreno que les evacuará. El todoterreno pincha y se retrasa pero por fin llega hasta ellos y les baja a Benasque. Después de contarme esto se quita la manta térmica y veo los golpes que las están curando, los tiene de todos los tamaños en pierna y brazo derecho. La acaban de curar y nos vamos para el hotel, 2h00 de la madrugada ducha y a la cama.
Hace unas 30 horas llegamos a Benasque y hemos corrido por Pirineos de nuevo. Domingo por la mañana al salir de la ducha la veo y parece que le hayan dado una paliza está llena de moratones y además le duele un tobillo izquierdo, recogemos rápido y para Guada a por las enanas. De camino me llama Xavi y me da una alegría, esta contentísimo con su carrera. Gran fin de semana que no olvidaré seguro.