Por Valentín García Mota


El Gran Trail de Peñalara (GTP) es un ultratrail que tenemos a unos 100km de casa y que permite conocer la Sierra de Guadarrama, en breve nuevo parque nacional. Este año 2012 celebra su 3ª edición y en este tiempo la carrera ha crecido muchísimo consolidándose en el calendario español. La organización corre a cargo del Club Peñalara que se vuelca con la prueba, el despliegue de voluntarios y la amabilidad de los mismos no deja indiferente al corredor y en el capítulo logística han conseguido montar en el mismo fin de semana 3 pruebas de diferente dificultad.

La prueba embrión es el GTP 110 un bucle de 110 km con más de 5.000 m de desnivel positivo con inicio en Navacerrada. Que subiendo por el valle de la Barranca, alcanza collado Piornal y Maliciosa, desde ahí una bajada por la cuerda de los Porrones te mete en la Pedriza dónde tras Canto Cochino se alcanza el collado de la Dehesilla para luego bajar a la Hoya de San Blas e iniciar después la subida por pinares hasta el puerto de La Morcuera. Desde ese puerto una bajada espectacular de 10km te deja en el puente del Perdón desde dónde tras 2km de asfalto se llega a Rascafría, km 50. Ahí comienza la demoledora subida de Peñalara, primero el puerto del reventón después el pico Claveles y su caos de bloques y por fin la cima de la sierra de Guadarrama, Peñalara. La técnica bajada primero se suaviza después y te lleva a través de los bosques de Valsaín hasta la Granja de San Ildefonso, km 80 de carrera. Un recorrido emboscado a la rivera de un sugerente riachuelo nos lleva a la Boca del Asno para acometer la temible cuesta de la fuente Fonfría. El camino Schmitt nos llevará hasta el puerto de Navacerrada, km100, desde dónde sólo nos quedara un pequeño desnivel hasta el alto de las Guarrillas y una espectacular bajada por la senda de la tubería hasta el valle de La Barranca y meta, km 110.

Este bucle y el trabajo de la organización ha permitido en el mismo fin de semana montar tres pruebas simultáneas. La original con un recorrido tiene como hora de salida las 6h00 compartiendo línea de salida con corredores que harán el Trail Peñalara 80km que empezando también en Navacerrada finaliza en la Granja de San Ildefonso, dónde todavía restan 30km de propina a quienes elijan la opción más larga. Además existe una tercera opción muy apropiada para iniciarse en el mundo de los ultratrail, el Trail Peñalara 60km que comenzando en Rascafría a las 9h00 recorre los últimos 60 km de la carrera larga.

Suena un despertador a las 3h30 en Guadalajara y dos personas se ponen en marcha, ducha, café rápido, prisas y mochilas preparadas en el coche. Hacia Navacerrada nos dirigimos Ana y yo mismo, ella con el ánimo de completar su primer ultra para lo que ha elegido el Trail Peñalara 60 y yo con un doble objetivo, de un parte completar un test importante de cara al Swiss Iron Trail y por otra con la aspiración de recortar lo suficiente como para darle alcance y compartir la entrada en meta en su debut en el mundo de los trail.

Personalmente albergo muchas dudas mientras conduzco hasta Navacerrada, el inicio de la temporada no ha sido bueno, tampoco regular, ha sido penoso. Todo tiene su origen en un mes de Enero irracional, dónde sin el mínimo sentido común decidí recuperar todo el tiempo perdido en el otoño con un trabajo de calidad mediante series muy mal planificadas. Se sucedían sesiones de series muy rápidas alejadas de lo que mi cuerpo era capaz de asimilar y así comenzaron unas pequeñas molestias en el gemelo izquierdo. Renuncie así a Sevilla y después Barcelona centrándome sólo en la propuesta de Francisco para completar los 101 km de Ronda, pero la debilidad ya se había instalado en mi gemelo. Una primera rotura en Marzo trastoco los planes. Pude levantarme de ese tropezón para volver a pensar en estar en la línea de salida de Ronda, pero el gemelo no lo resistió y corriendo Mapoma como último test para la carrera de Ronda dijo basta antes de llegar a la casa de campo, mantuve la ilusión durante unos km pero la evidencia me separo de mis compis. De nuevo me instale en la misma rutina de la rotura anterior, unas sesiones de EPI, reposo activo durante 3 semanas y otra vez a empezar de nuevo. Con ese bagaje y la A2 vacía de coches me preguntaba en la mañana del sábado cual iba a ser mi respuesta. A mi lado Ana también rumiaba sus dudas.

Mi objetivo estaba claro salir con los sentidos puestos en el gemelo izquierdo y con la intención de empujar desde el minuto uno, eso sí siempre atento a la complicada telemetría que en un ultratrail se maneja. Para quienes no la conozcais muchos son los detalles a vigilar, hidratación 400-500 cl/h –eso sí en pequeñas dosis para no saturar el estómago-, alimentación del orden de 50-60 gr de hidratos al a hora –unas 500 kcal-, temperatura exterior –cuidado con el calor o con el frio de cima-, neumáticos –vigila los pies una ampolla no atendida en su momento te deja fuera de carrera-, firme –ojo por dónde circulas cada superficie exige una atención diferente para no acabar en el suelo o lo que es peor con un esguince-, más sobre alimentación aparte de la ya mencionada combustible que pongas vigila la mezcla –si funcionas sólo con aporte energético de absorción rápida vía gel, barrita etc, corres el riego de que tu estómago se cierre, toma algo de proteínas para mantener vital durante tanto tiempo, iluminación –que piensas que sólo se corre de día-, somnolencia –si el horario te encaja y eres veloz tal vez libres la vigilia, sino lucharás con Morfeo- y por último sales –la perdida de electrólitos es brutal, estas en montaña con un nivel de esfuerzo muy alto por lo que tu sudoración será muy alta, valora como repones esas sales sólo con aquarius estarás condenado a que tu estomago se declare en huelga, capsulas de sales estamos en el s XXI y los avances de la carrera del espacio llegan hasta el último rincón. A esta complicada telemetría yo añadía estar vigilante de un gemelo con lo que mi mochila era una complicada y pesada mezcla de soluciones a cualquier eventual problema.

A las 5h15 ya estábamos en Navacerrada, mochila intermedia preparada sólo quedaba la tarea de acabar de hidratarme, la tarea de aligerar carga innecesaria a la vista de las horas que por delante me quedaban y la tarea de socializarme. Al primero que localizo en la cola para dejar la mochila intermedia es a German, ha dormido en la furgo con Sara y quedamos para vernos luego. Después me encuentro con Xavi, un compañero de gimnasio que proveniente de la bici ha comenzado a correr con muy buenas marcas 36’ en 10.000, 1h19’ en media pero sin debutar aún en el maratón. Ha cogido el dorsal de otro compañero que no puede correr y va estrenarse con el 110. Junto con el esta Roberto un gallego que pertenece al club Tierra Trágame y que también hace su primer ultra. Fracaso en el intento de encontrarme con mis amigos granadinos, Saltabalates, con Chema conocí lo que es pasar dos noche en vela mientras se corre por los Alpes, algo inolvidable. Tampoco logro verme con Jaime que también v
a correr el 110 con el he completado uno de los entrenos más bonitos que haya hecho por la sierra fueron algo más de 40km este año por un recorrido espectacular, a repetir sin duda.

La hora de salida se nos echa encima y paso el control junto con Xavi y Roberto, Ana nos acompaña porque los autobuses lanzadera para llevar a los participantes del Trail de 60 no salen hasta las 7h15 así que puede ver nuestra salida y desayunar con calma gracias al termo que se ha llevado. Ya en el corral de salida buscamos a German que esta con Mario a quien no conocía en persona y con David Alonso el cuarto alcarreño de la Unión Vegetariana, un veggierunner. Queremos ganar posiciones y nos movemos hacia arriba en busca de Jaime, pero German, Mario y David se quedan atrás. Se inicia la cuenta atrás y descubro que no llevo batería en el gps, estupendo una carrera a ciegas, no sabré ni cuando empieza a jugar España con Francia. Me despido de Ana deseándole suerte y con la firme intención de lograr alcanzarla antes de que llegue a meta en su carrera de 60.

No estamos muy bien posicionados y la salida es muy viva, se empieza recorriendo el pueblo de Navacerrada por dónde corremos Xavi, Roberto y yo ganando posiciones. Telemetría en marcha, de momento sólo hay que prestar atención al luminoso del gemelo, esta apagado buena señal. Progresamos con alegría, Xavi es muchísimo más rápido que yo pero se acopla al ritmo y se queda medio metro por detrás, lo agradezco. A la salida del pueblo localizamos a Jaime le gritamos que se una pero es un tipo sensato y sabe de nuestras pretensiones el viene a tratar de hacer 21h, estaba seguro de que lo lograría pues además de algunos entrenos con el también compartí el tramo inicial de la Travesera el año pasado, siendo la carrera más dura que hay y corriendo gran parte de ella sólo mantuvo la calma y la acabo perfectamente.

Fuera ya del pueblo comienza la subida por el valle de la Barranca, Xavi sigue detrás. Es todo un personaje, destila un humor increíble y no para de hablar en ese tramo. Perdemos contacto con Roberto que prefiere otro ritmo. Avanzamos tanto que nos ponemos muy arriba, apenas hay 20 corredores por delante de nosotros, tenemos piernas para llegar un poco más arriba pero afortunadamente también tenemos cabeza, y en ella hay instalados unos grandes ingenieros que además de estar vigilantes de la telemetría mantienen una estrategia de carrera. Así que le digo a Xavi que ni un metro más, nos quedamos a esa altura del pelotón, los que están delante de nosotros seguro que también lo estarán cuando lleguemos a meta y de nada sirve que les saludemos ahora.

Así llegamos al parking de la Barranca y a la fuente de la Campanilla, el domingo pasado corría por aquí en el último entreno de cara a este trail. Era el día del maratón alpino y decidí entrenar un poco además de ver la carrera así que subí al collado del Piornal, baje loma Noruego y subí los Tubos para acabar volviendo a la Barranca. Aquellas subida nada tiene que ver con esta. Ahora nos ponemos a ritmo Xavi y yo para ganar primero el collado del Piornal y luego la cima de Maliciosa. Hacemos cima en 1h20, nuestra telemetría particular dice que llevamos 20’ de adelanto. Xavi me envío el viernes una hoja de calculo preparada para acabar en 17h25, con ese tiempo contaba con alcanzar a Ana que en su debut sólo le preocupaba acabar y prueba de ello es la mochila que llevaba, podría haber alimentado a todos los corredores del Trail y haber resuelto una emergencia nuclear, madre mía que cantidad de cosas. Comprensible por otra parte, pues aún me acuerdo del kg de frutos secos que pasee por Carros de Foc en el primer trail que hacía. Esa hoja de calculo estaba diseñada en base sólo a dos dimensiones distancia y desnivel, colocando una velocidad media para cada uno de los segmentos en los que había dividido la carrera. Había modulado el factor cansancio pero faltaban unos cuantos detalles más, el más evidente la orografía, algunos tramos ponía una velocidad media de desplazamiento que me parecía muy elevada por el contra el tramo final pasado la Granja estaba muy penalizado por el cansancio, siendo evidente que el desgaste que allí se lleva el hecho de ser un tramo muy fácil me parecía que permitía un mejor tiempo, claro que para eso había que llegar con neumáticos al km 80, digo con piernas. Seguro que nuestros ingenieros de telemetría lo lograrán.

Superada la primera subida, por delante nos quedaban la subida a Morcuera, la temible subida de Peñalara, el muro de Fonfría y la cuestecilla del alto de las Guarrillas a 10km de meta. Desde el alto de Maliciosa nuestro próximo objetivo era hacer una buena bajada hasta Canto Cochino a través de la cuerda de los Porrones, en los primeros 100 m de bajada Xavi se queda atrás, bajo el ritmo esperándole y me pasan algunos corredores, pero Xavi no llega hasta mí. Vuelvo la cabeza atrás y le veo muy atrás y atascado, es evidente que no baja tan rápido. Decido tirar en ese primer tramo técnico luego vienen unos cuantos kilómetros de senda entre bosque por los que entiendo que Xavi empujará más hasta alcanzarme. Así que hasta Canto Cochino bajo relajadamente.

Al llegar al avituallamiento una de las premisas que se debe mantener en los ultra es que no pierdas lo que con tanto sudor se consigue, es evidente que a la sombra y parado uno esta mejor, pero es mucho más evidente que cuanto antes llegues antes acaba tu sufrimiento porque todos sabemos que se sufre en cabeza de una carrera y se sufre a cola de pelotón, unos lo hacen porque exprimen las revoluciones y otros lo hacen porque alargan su agonía tal vez a un ralentí más cómodo. Por ello en el avituallamiento pico me dicen que hago el puesto 20-25 y repongo agua rápidamente, espero no más de 30’’ y sigo. La siguiente etapa es la subida por la autopista de la pedriza hasta el collado de la Dehesilla, es un terreno corrible así que mientras subo con calma espero que Xavi me alcance oigo ruido a mi espalda pero no es él. Continúo hasta la subida al collado, dónde la senda se estrecha entre jara. En el collado de la Dehesilla Xavi sigue sin aparecer y ya comienzo a pensar que he perdido a uno de los ingenieros de carrera, el llevaba el reloj para marcar el tiempo para la toma de sales y llevaba una pequeña chuleta con los tiempos de paso previstos. Yo no tengo reloj así que tendré que estimar los momentos para comer, beber y reponer sales.

La bajada a la Hoya de San Blas discurre por un sendero muy bonito pero bastante incomodo a veces. Ahí contacto con un corredor madrileño de barbas, Ángel de la Morena, observo que nuestro ritmo se acomoda y a la postre con él acabaré compartiendo gran parte de carrera. Acabada la senda para llegar al próximo avituallamiento bajamos por una pista ancha hasta la hoya y luego tomamos una senda cómoda. En esa bajada se ha encendido el primer luminoso en la sala de telemetría y rápidamente me transmiten la señal de alarma. Hace apenas cuatro semanas que llevo corriendo tras el segundo parón por el gemelo, fueron tres semanas sin correr y aunque después comencé a correr muy progresivamente lo hice por montaña y la piel de mis talones muy debilitada rápidamente lo pago en forma de dos macro ampollas, una en cada talón. Tan grandes eran que mis dos talones mudaron su piel como si fuese una serpiente. A pesar de aplicarme una crema recomendada por un podólogo durante estas semanas y además de llevar en carrera los dos talones recubiertos cada uno de ellos por 5 compeed, cuando apenas llevo 30 km empiezo a notar como debajo de los compeed del talón derecho tengo una extraña sensación, dudo si es fruto de que se esta despegando o que se ha embolsado algo de líquido en la débil piel que tengo. He cambiado de zapatillas de montaña esta temporada, debería ser accionista de Brooks porque desde las Cascadia 2 he gastado todos sus modelos hasta el modelo 7 de esta temporada. Harto de sufrir problemas de ampollas he pensado que tal vez el origen no
sean mis talones sino sus zapatillas. Así me he cambiado a unas Saucony Xodus 3 que para los más friquis diré que tienen un drop de 4mm, que significa que aterrizas mucho más de puntera que de talón lo que he descubierto contribuye más a evitar fricciones en el talón gracias tanto a ese diseño como a la magnífica suela Vibram que tiene. Cierro paréntesis al que no estoy obligado por el patrocinador pero sí por el deseo de no ver sufrir a nadie más por problemas de ampollas en los talones, con las mías ya es suficiente.

Tras el avituallamiento del km 28 comienza la subida a la Morcuera observo que han variado el recorrido pero sigue siendo una cómoda subida por pista en un bonito bosque. El tramo final discurre por una senda fuera de la pista. El recorrido que hacemos por pista es muy corrible y lamentablemente el ingeniero de control abandona la sala para ir al baño, así cuando regresa se encuentra con el luminoso de bajada de rendimiento encendido. Me doy cuenta que me han pasado un par de corredores y que la distancia con quienes me preceden se acorta. Confirmo que mi velocidad ha bajado y desde mi cerebro llega la señal de alarma emitida por mi ingeniero que tras ese parón técnico ha observado la causa y me envía una solución. Hecho mano del tirante derecho y me tomo mi primer gel. Hasta el momento he venido comiendo fruta en los avituallamientos y he vigilado mucho la hidratación y la toma de sales, pero no he hecho aporte calórico fuerte después del desayuno. El gel comienza a hacer efecto en el momento que llega la parte más fuerte de la subida, mejoro un poco el rendimiento y llego así al avituallamiento de la Morcuera. Ahí me detengo un poco más saludando al artífice del trail, es un corredor del club Peñalara que hace tres años presentó este proyecto en su club y puso en marcha la maquinaria para el despligue actual, con un ejército de voluntarios.

Este avituallamiento es bastante importante estamos en el 38, a el he llegado junto al corredor madrileño de barbas, Ángel, con el que voy alternando posición, le paso, me pasa, le paso, me pasa. El se avitualla rápido saluda a su chica y se tira en busca del descenso de 10km que nos tiene que llevar al puente del perdón, dónde esta la bolsa intermedia. En ese momento oigo la inconfundible voz de Xavi, sube con la primera clasificada Xari, que es Vall d’Uxo como el. Nos da una gran alegría el reencuentro, Xari bebe y come a la misma velocidad que sube la prima de riesgo y nosotros como dos universitarios saliendo por Moncloa nos contamos las peripecias de carrera. En ese momento el ingeniero toca la bocina y manda la alarma que aquí no hemos venido a charlar y que no se debe perder en los avituallamientos lo que tanto cuesta ganar en carrera. Así que agradeciendo a los voluntarios el trato nos tiramos a por la bajada. Xavi me va contando que se ha dado cuenta que no baja muy bien, nuestro amigo corredor de barbas va un poquito por delante. Le digo a Xavi que apriete para alcanzarle, acelero el ritmo y me sorprende que Xavi no responda, ahora el terreno es muy fácil praderío y pista, con algún paso por senda. Alcanzo a Ángel y Xavi no llega, me descuelgo un poco de Ángel pero no tengo contacto visual con Xavi. Ángel se va alejando si mantengo el ritmo habré perdido su rueda así que pido consejos a boxes y los ingenieros de carrera me mandan una nueva estrategia de carrera, adelante, sin noticias del gemelo, toca empujar –pushh push como dicen F1-. Acelero y doy alcance a Ángel, hablamos sobre la carrera como yo estuvo en 2010 acabo en 18h, yo en cambio hice 20h40 estaba preparando el Tor des Geants y en aquel momento andaba probando unas plantillas que solucionasen el dolor en los metatarsos que tenía. Recuerdo una buena carrera hasta la Granja y desde ahí un penar de 30km caminando para proteger el metatarso. Hablamos y sintonizamos mientras bajamos, en el terreno en el que hay que rodar empujo más que el y a veces se queda pero es duro y siempre encuentra la forma de recuperar la distancia y acaba alcanzandome. Una oportuna prueba a caballo que discurre por el mismo sitio que bajamos ha obligado a la organización a retrasar la salida del Trail de 60. Algunos de los participantes a caballo han debido sentirse molestos con nuestra señalización blanca y roja y la han retirado, según bajamos observo un cambio en colorido de la señalización amarilla y rojo ahora. Sigo bajando preguntando a los paseantes con los que me encuentro si han visto corredores y me dicen que sí, pero mucho más abajo. Miro hacia atrás y veo que Ángel me sigue, por fin me paro confundido y Ángel me alcanza. En ese momento alguien a caballo nos saca de dudas y nos dice que esas marcas las han utilizado en la carrera a caballo y que la nuestra discurre por una senda que hemos dejado mucho más atrás. Nos dice que esta pista da un poco más de vuelta pero nos lleva hasta el puente del perdón. Ángel recuerda que en 2010 le paso lo mismo así que decidimos seguir asumiendo los kilómetros de más que vamos a hacer. Por fin aparecen de nuevo las marcas blancas y rojas y el punto por dónde la senda se incorpora a la pista.

Llego al km 50 a las 12h50, una de las pocas referencias horarias que tengo de la carrera pues no cuento ni con un básico reloj Casio para orientarme temporalmente. Este avituallamiento es muy importante, esta antes de la demoledora subida a Peñalara, cuenta con comida sólida y es el lugar dónde te entregan la bolsa intermedia. Pido la mía y me la entregan. En ella he preparado las Cascadia 6 por si veo que no funcionan mis zapas nuevas, visto su rendimiento el resultado es bien diferente he tomado la decisión de poner en eBay mi colección de gastadas Brooks Cascadia 2-3-4-5-6, tal vez encuentre un coleccionista que las compre. En la bolsa también tengo ropa de repuesto y comida, además de geles, gominolas y barritas. Ana se ha preparado unos increíbles bocatas de ibérico para su debut. Me ofreció hacerme uno y lo rechace en primera instancia porque sabía que había comida sólida en este avituallamiento y en la Granja, en el último momento acepté que me hiciese uno para dejarlo en esta bolsa. Cuando me entregan la bolsa me alegro muchísimo de la decisión. Me tomo con algo más de calma el avituallamiento, me hidrato, recargo hasta arriba camel y las dos botellas y doy cuenta del sabroso bocata. Observo como Ángel sale antes, entrego la bolsa y rápido salgo a por él. Hay un par de kilómetros hasta RAscafría y el camina con su chica, le alcanzo y le saludo. Al llegar al control que da inicio a la subida del Reventón Angel me alcanza dejó a su chica y comenzó a correr detras de mí.

La subida al puerto del reventón comienza por una senda en un pequeño robledal, fuera de la sombra hace un calor de espanto. Avanzamos deprisa, yo camino hacia arriba muy fuerte y Ángel se acomoda a mi ritmo. Cuando salimos del bosque comienzan unas lazadas por pista que trotamos en los momentos más favorables. Nos alcanzan algunos corredores del Trail de 80km con pulsera roja y recogemos algún cadáver que otro, gente del 80 con pulsera roja y del 110 con pulsera azul. Uno de ellos me pregunta si tengo agua, le ofrezco una botella y casi la vacía de un trago, estaba fundido el amigo. Por suerte el avituallamiento esta a menos de 400m y cuando nosotros nos marchamos de el veo como llega bastante perjudicado. Tras el avituallamiento y después de superar 900m de desnivel aún nos quedan otros 500m hasta la cima de Peñalara. En previsión de un posible desfallecimiento me tomo el segundo gel, la subida ha tenido un balance neutro las posiciones que hemos adelantado cogiendo corredores se han visto compensadas por gente que venía empujando más fuerte por detrás. Desde el puerto del Reventón hasta los pies de Claveles hay una zona de senda y praderío que en algunos tramos permite correr. Ángel y yo hablamos que hay que conservar un poco nuestros neumáticos para llegar con buenas piernas a la Granja. Mi ingeniero de control coincide con el suyo y marcamos el mismo ritmo de c
arrera. Otro de los puntos de telemetría que en un trail hay que vigilar y que no he mencionado es la orina, su coloración es un magnífico indicador de nuestro balance de líquidos. Paro un momento a hacer pis y observo un color bastante oscuro, el diagnóstico desde la sala de control es claro, ingesta mayor y más frecuente de líquidos, como el terreno lo permite empleo las botellas y no el camel, así puedo beber más. Me cuesta alcanzar a Ángel pero lo hago antes del risco de Claveles marco el ritmo de subida y pasamos a un par de corredores.
En la cima de Peñalara me coge Ander, compartió entreno con Miguel, Sandra y conmigo el año pasado y desde entonces seguimos su blog y el sigue el de Miguel. Le había visto en los primeros kilómetros de la Barranca nos había deseado suerte y me contó que iba a por el 80. Al alcanzarme en Peñalara me dice que reserve que aún me queda para acabar la fiesta, por su parte me dice que se va a tirar a tumba abierta a por los últimos 12km.

En los primeros metros de bajada salta el warning en la sala de control, la degradación de neumáticos es manifiesta. Empiezo a observar cuando me separo de Ander que no bajo nada, voy con mucho cuidado muy despacio por las molestias en los talones. El cuerpo esta retrasado y la pendiente esta matando mis ampollas. Ander se me va y Ángel me alcanza, me había separado de el en la subida a Claveles. Me pregunta que me pasa y le digo que tengo muchos problemas en los pies con las ampollas, me dice que tenga cuidado y que nos vemos en la Granja que luego le cogeré en el llano. En el tramo final antes del chozo me pasa otro corredor. La alarma sigue sonando no encuentran solución en el centro de mando y yo me aplico en bajar con mucho cuidado sufro viendo como Ander se esfumó en dos patadas y como estos otros dos corredores desaparecen, por un momento pienso que mis opciones de alcanzar a Ana se esfuman y que el rosario de corredores que viene detrás de mí me va a sobrepasar.

Cuando llego al chozo me informan que quedan 8 km a la Granja, recuerdo el terreno, pradera al principio y luego una bajada por los bosques de Valsaín con algunas pendientes muy fuertes. Mejoro el ritmo, cuando no encuentro fuertes pendientes la pisada no sufre tanto por las ampollas del arco y talón. Pero comienzo a tener una extraña sensación de vacío en el estómago. Apareció en la bajada de Peñalara pero no fue atendida porque la emergencia estaba en los pies. Ahora que el camino es más cómodo y los pies no se quejan tanto se enciende otra luz en control, esta bastante preocupante. Desde que tomé el último gel hace ya casi dos horas vengo comiendo gominolas, parecidas a las chuches de los niños pero para adultos que gastan su tiempo de ocio y ahorros en volver a ser niños corriendo. Son pequeñas y es un bocado que apetece y se come muy fácil, pero parece que no es suficiente. Al ponerse el terreno más cómodo me aplico en correr buscando la pisada que menos castigue los pies pero observo que no voy. El estómago esta vacío completamente y noto una demanda de comida bastante acusada. Sigo avanzando y recurro a una porción de pastel calórico que desayune esta mañana y que me sobró. Es absolutamente imposible comerse ese ladrillo así que cojo de la mochila una barrita de proteínas. Es de chocolate y comerla me cuesta una barbaridad se hace una bola que se resiste a pasar al estómago pero se que de no hacerlo pronto puedo pillar una gran pájara. Luchando consigo deglutir el bolo.

Al cruzar un puente en el bosque de Valsain observo como llegan dos corredores por detrás les veo muy rápidos y me resigno a más sangría de posición. El centro de control emite la señal de que no importa el puesto, el objetivo es otro empujar y empujar durante toda la carrera para lograr alcanzar a Ana. Me aplico en lo que resta de bajada y me sorprende que no lleguen hasta mí estos corredores, supongo que el empujón energético habrá ayudado para que mantenga la posición, a estas alturas de la película no hay galanes ni seductores, todos somos secundarios luchando por nuestro papel. Entrando en la Granja me encuentro con Javi Herreros, hizo el domingo pasado el entreno conmigo y es quien le ha cedido el dorsal a Xavi, me informa que debo ser el 14 de la de 110. Como esta sorprendido por la posición que ocupo y los problemas que conoce de mi gemelo le cuento que voy empujando con el ánimo de alcanzar a Ana que participa en el trail de 60, además le pongo al tanto de mis problemas con las ampollas.

El avituallamiento de la Granja marca el final de la carrera de 80, allí me encuentro tomando pasta a Ander acaba de entrar 8º en su carrera y me dice que recupere que aún me quedan 30. Me pregunta por mis pies y le digo que no quiero quitarme el calcetín y ver los compeed que recubren los talones. La sala de control sigue nerviosa por el vacío en el estómago. Mientras me preparan una ensalada de pasta saludo a Ángel y al otro corredor que me paso en la bajada, este también alcanzó a Ángel y se marcha ya. Yo me aplico en comer la pasta y algo más de sólido, relleno bien de líquidos y salgo comiendo un mini bocadillo de jamón con un vaso de Coca Cola mientras camino por la Granja. Un corredor del trail de 80 me pregunta como voy y le digo que muy preocupado por las ampollas. Responde que lo que resta es cómodo, que no tengo ninguna bajada fuerte hasta la que hay a unos 8km de meta y que hasta ese momento no me molestarán mucho. Me aferro a sus palabras.

Salgo de la Granja caminando. Llego al camino de las pesquerías que tiene que llevarme hasta la casa de la Pesca y el avituallamiento del 90. Me alcanza un corredor sevillano con un trote muy corto, caminando no pierdo mucha distancia sobre el. La digestión se hace muy muy rápida cuando estas sometido a un estrés energético como el de un ultra y cuando apenas han pasado 15’ siento que los hidratos de la pasta se están distribuyendo a toda velocidad por mi organismo. Desde control me informan que la alarma de alimentación se ha apagado. Es el momento de trotar, con mucha precaución por mis ampollas y vigilando el color ámbar de la señal de problemas en neumáticos comienzo un trote de los que llamo cochinero. Me acuerdo por un momento de los 101 km de Ronda y lamento no haber estado por allí en el proyecto de este año. Sigo avanzando y voy sintiendome mejor hasta ver en la distancia al sevillano que esta apunto de alcanzar a Ángel. Me aplico en la carrera y les voy recortando hasta llegar a su altura. Cuando les alcanzo me quedo con ellos y me relajo, Ángel que esta al corriente de mis pretensiones de alcanzar a Ana me dice que cree que lo voy a conseguir que me ve muy fuerte. Le digo que ojala. Tomo la cabeza y comienzo a marcar ritmo hasta llegar al avituallamiento de los 90, allí están los corredores escoba del Trail de 60. Ya hemos pillado el cierre de carrera ahora toca ir alcanzando corredores hasta llegar a Ana.

En este avituallamiento el cansancio hace presencia y nos relajamos un poco, les saco de ese estado y les digo que me pongo en marcha. Por delante tenemos 2 kilómetros brutales hasta la fuente Fonfría, con el muro del arrastradero. Pongo un ritmo caminando bastante alto, el sevillano me dice que lo hago de forma uniforme, me llama la atención el comentario pero sigo a lo mío. Superamos poco a poco las rampas hasta la última y más brutal que nos deja en la Fuenfría, se han quedado un poco Ángel y el sevillano. En la fuente hay un control, me saludan por mi nombre y respondo si ha pasado Ana mi mujer, se muestran sorprendidos y les explico que esta en la carrera de 60 y que como han dicho mi nombre he pensado que tal vez haya dejado algún encargo para mí. Me dicen que no tienen ningún encargo, que sólo tienen la lista de participantes y por eso han visto que el dorsal 52 es Valentín. Parece que en la sala de control –cabeza- todo el mundo esta mirando el cuadro luminoso y nadie se aplica en razonar. Aunque llevo agua decido vaciar una botella para llenarla de la fuente de la Fonfría, el
agua esta además de muy fría riquísima. Mientras acabo de llenarla aparece Ángel y un poco después el sevillano, les digo que me adelanto. Ahora nos toca el camino Schmitt y no tengo claro que pueda correr mucho, los problemas en las ampollas han seguido creciendo y la molestia ahora es mucho mayor. Llevo en la mochila aguja y más compeed pero en el puesto de mando desestiman esa opción, deben quedar 16km de carrera y hay que aguantar como sea, un parón puede que haga que no logré alcanzar a Ana.

Durante los 3-4 km de camino Schmitt voy pasando a los últimos del pelotón del trail de 60. Por fin llego al avituallamiento del Puerto de Navacerrada, he vuelto a tener sensación de vacío en el estómago. Así que decido no recurrir a comida energética y me siento en una silla mientras tomo un caldo y como otro minibocadillo de jamón. Llevo sin reloj todo el día. Me acuerdo del partido de España y pregunto si ha empezado ya, me dicen que esta en el descanso, deduzco que son las 21h30-21h40 y que ganamos 1-0 con gol de Xavi Alonso. Cojo otro caldo y un segundo mini bocadillo y me pongo en marcha. Los voluntarios se desviven en explicarme lo que me queda dándome ánimo porque lo ven sencillo. Les escucho con atención mientras pienso que me da igual lo que reste, hay que llegar como sea y por muy fácil que parezca el terreno, el mal ya esta hecho después de 100km en las piernas.

La subida al alto de las Guarrillas es muy cómoda es una diagonal que sale al comienzo de la Bola del Mundo y que con poca pendiente te hace ganar altura. La afronto caminando a ritmo muy vivo, cuando me marchaba del avituallamiento de Navacerrada ví como llegaba Ángel sólo. Camino con muchas molestias en el talón derecho, el controlador de la señal de alarma del gemelo izquierdo ha estado ocioso toda la carrera y dónde menos lo esperaba, ampolla, ha estado el mayor problema y trabajo para los técnicos de la sala de control. Escucho ruido a mi espalda y supongo que será Ángel, de repente me adelante por la izquierda un corredor aparecido de la nada. Me fijo en que calza unas Hoka Mafate y que lleva tatuado en los gemelos las caras de quien supongo serán sus hijas. Sube trotando a un ritmo demoledor, por el saludo me da la impresión que no es Español, no me da tiempo a cruzar palabra con el. En el alto de las Guarrillas se pone el sol por siete picos, la vista es maravillosa. Cojo de la mochila el cortavientos, comienza a hacer frio y saco el frontal, aún hay luz pero anochecerá justo cuando este en el bosque, así que mejor ir preparado ya. La bajada por la senda de las tuberías es patética, el comienzo es muy pronunciado y es lo último que puede soportar mi dolorido pie derecho. Avanzo concentrado en que cada zancada sea lo menos dañina a la vez que no me olvido de empujar para lograr dar alcance a Ana. En una de las zetas antes de llegar al bosque veo como Ángel esta un poco detrás de mí, espero que me alcance en cualquier momento, sigo sin olvidarme de empujar y empujar para alcanzar a Ana. Me meto en el bosque y ya no le escucho, yo me he puesto el frontal en la cima y supongo que el habrá tenido que parar a ponérselo ahora. Sigo avanzando por el bosque durante un rato y cuando menos los espero delante de mí veo una corredora, por fin es Ana. Cuando llego hasta ella me dice: “menos mal que has llegado estaba sin luz”. Le pregunto la hora, son las 22h15 y debemos estar a 7-8 km de meta.

Me dice que tiene muchos problemas en lo pies con ampolla incluida y molestias en la rodilla. Después de resolver el problema del frontal nos ponemos en marcha, le pregunto si puede trotar y me dice que no mucho, tal vez con terreno más favorable. Nos ponemos en marcha pero ahora ya caminando, salimos de la senda para entra en un pista y aparece Ángel cuando llega hasta nosotros me felicita por haber logrado alcanzarla. Me dice si tiro con él, Ana me anima a hacerlo pues sabe que apenas le han pasado 13 corredores del ultra largo, el primero de ellos le adelanto cuando Ana pasaba por Peñalara con record de prueba incluído, aunque su obsesión por el crono le hizo descuidar la telemetría y tuvo que abandonar para ser hospitalizado por un fuerte golpe de calor en el km 90. Le respondo a Ángel que mi carrera ya esta hecha y que la posición me importa menos. He logrado empujar lo suficiente como para alcanzarla, he comprobado que el gemelo esta en buen estado y he recibido el mandato de cuidar mejor aún la debilitada piel de mis pies. Ángel me dice que siente mucho que me quede que hemos compartido una buena carrera, le deseo suerte y nos despedimos.

Seguimos caminando despacio, a Ana le molesta mucho el pie y la rodilla. Entramos de nuevo en la pista y comenzamos a trotar un poquito, rápidamente Ana me dice que no puede. Así que el veredicto desde la sala de control es claro y activan el plan survival, acabaremos caminando estos 7km finales aunque se nos hagan eternos.

Al rato aparece el sevillano, cuando llega hasta nosotros se para un rato y se alegra porque haya alcanzado a mi mujer. Me pregunta cuanto queda y le explico lo que resta. Se despide de nosotros aunque volvemos a verle cuando acaba la pista porque las marcas son confusas y se corre el riesgo de coger el asfalto, mucho más largo, hasta la Barranca.

Seguimos andando muy lentamente por las molestias de Ana, le pido que se guarde una última carrera para la foto. En los últimos kilómetros de pista nos pasa un par de corredores más y al rato la segunda clasificada femenina. Seguimos avanzando y así llegamos al pueblo de Navacerrada aún queda un larguísimo kilómetro y medio que caminando se nos hace eterno. Obtenemos una pequeña recompensa al pasar por la zona de ocio de Navacerrada, esta repleta de terrazas y banderas de España, confirmamos nuestras sospechas, somos semifinalistas. Desde las terrazas nos aplauden y nos suben el ego. La meta esta al otro lado de Navacerrada así que después de atravesar el pueblo hay que seguir un rato hasta el polideportivo. Cuando estamos llegando nos adelanta otro corredor que nos saluda, reconozco la camiseta es un VeggieRunner le digo si es de Guadalajara y se para y nos dice que sí, es David el corredor que junto con Mario me presentó esta mañana German. Nos saludamos y felicitamos, la carrera ya esta hecha. Se despide de nosotros y completamos en solitario los últimos 500m. Ana se ha guardado la última carrera y la damos sobre el césped artificial del campo de futbol de Navacerrada.

Entramos muy felices en meta, en mi caso tras 17h33’ en la posición 20ª y en el suyo tras 14h33’ en su debut ultra.

Me pongo en contacto con la sala de control y saludo a todos los técnicos y mecánicos que tan duramente han trabajado hoy ayudándome a acabar esta carrera, fles felicito por su trabajo y les mando a dormir. Les comunicó que ahora el mando lo tengo yo, pero les emplazo a una nueva carrera este próximo 6 de Julio en Suiza. Hay dos semanas por delante y mucho trabajo que hacer todavía, hay que mejorar muchas cosas para estar con garantías en la línea de salida.

http://www.youtube.com/watch?v=GROd2C5X1Z0&feature=plcp