Desde Madrid a Bilbao, vengo por toda la Alcarria.
por Pedro Luis Toledo Ramos

Y llego el gran día, gran día que dio paso, a la gran noche. Bilbao nos recibió con el cielo gris, ambiente húmedo, pero agradable, vamos en su línea, como es Bilbao.

Nos encaminamos a la orilla de la Ría y del Guggenheinm, en donde se debían retirar los dorsales y demás parafernalia habitual. Cuál sería mi sorpresa al observar que me habían intercambiado el orden natural de mi denominación, esto es, pase a tener por nombre “Toledo Ramos” y de apellidos “Pedro Luis” (es posible que me inscribiera mal en la web). Total, que para buscarme en la clasificación, he de hacerlo por la P, (Cambio chuleta por sardina, PxT o Messi por Cristiano, tanto monta…).

Nos ponemos Carmen (pedazo de superCompy, con más testiculina, que casi todos los hombres que conozco, sombrerazo para ella), a cotillear por los stands y en el del Carnet del corredor, nos ponemos a hablar con el “tiparraco”, que despachaba los carnets, nos atiende muy gustosamente, como mucha amabilidad, nos dejamos convencer y al terminar, le indicamos que su cara nos resulta familiar, que si corre, quizá en 3.000 obstáculos, asiente y tacháaaaan le decimos: Eliseo Martín, el nos mira con una sonrisa y nos dice, que no, que el otro (Martín Berlanas). Yo me imaginaba en una situación similar a una persona, tan humilde como mi admirado Cristiano Ronaldo, cuando después de tirarse 5 minutos hablando con dos aficionados, que practican su deporte, le confunden con Leo Messi, seguro que se lo hubiera tomado con la misma filosofía y buen humor. Total, que no nos damos cuenta de hacernos una foto, con el otrora bronce en Campeonato de Europa o doble diploma olímpico.

Nos emplazamos para una hora antes de la salida y así poder disfrutar al menos de algo del partido contra el Rácing de Santander que comienza a las 8 de la tarde. Cuando Cristiano mete el tercero, comenzamos a untarnos vaselina en una cafetería de la Alameda Recalde (con permiso del camarero, que incluso nos dijo que le estábamos alegrando la tarde) y de allí nos encaminamos a la salida.

Calentamientos, estiramientos, “meailla el miedo” y demás historias anejas a un Maratón, cuando nos colocamos en los cajones de salida a la altura de Sub 4 H. Previamente hemos ido hasta la misma línea de salida, para ver si veíamos a Oscar, pero no se le ve.

Hora de salida las 9 de la noche. 2181 Atletas preparados y multitud de espectadores. El locutor habla y habla, pero no se da la salida, vemos por un lado a Spiderman, y por otro lado a uno de Lleida, con el que entablamos amena conversación. Al final con 12 minutos de retraso, comenzó el susodicho speaker con la cuenta atrás, igual igual que si estuviéramos en Cabo Cañaveral (con cohetes y todo). Y tomamos la salida, doy a mi relojito cuando pasamos por la línea de salida y observo que no hay alfombra para los chips en dicha zona (el tiempo comenzó para todos cuando llegó a cero el del micrófono, no cuando pasamos por la salida). Por cierto, según el periodista del ABC, nos mojamos antes de salir porque llovía, debió de irse a otro Bilbao, como en Bilbao siempre llueve, o como cuando indica en su crónica, que el recorrido era totalmente llano, o no había viento, pero eso lo comentaremos más adelante (ver: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=564008).


Total que arrancamos y después de 12 minutillos de espera, y a los 3 de salir, observo un parquecito con césped, setos y unos árboles, que estaba ideal para efectuar aguas menores después de la espera y claro, me dejo caer en la tentación y micciono (como queda eso, si pongo “me dejo caer en la tentación y meo” hubiera quedado un pelín grosero). En mitad de tal acto, me sobrepasa Carmen a la cual saludo (de palabra, no quiero malentendidos, que la gente es muy mal pensada y claro “con lo que tenía en la mano ¿con qué saludó este tío?, que poca vergüenza, etc.”).

Salgo a ritmo de 4:40 a 4:50 tal y como me había fijado y comienzo a adelantar gente, hacemos un grupillo con uno de azul (era de Tarrasa y del Barça) y con otro tío de Ciudad Real, dando palmadas diversas a niños que se agolpan a vernos, vemos a Isi, mi mujer, a la tía Pi, mi hijas Noemí y Miriam y mi sobrina Belén, que nos animan y fotean. Plácidamente discurren los kilómetros, en un entorno bonito, sin lluvia y con temperatura agradable, pero en el kilómetro 11 y pico, antes de llegar a Zolozaurre y después de pasar el puente Euskalduna, pasamos un repecho, que es corto, pero a mí se me hizo eterno, (aún en esta primera vuelta) y desde allí hasta Elorrieta, se va bien, sin nada de gente, ni casas ni nada, zona aburrida, me cruzo con Oscar que va como una moto y me saca un montón de tiempo, no podría ser de otra manera. Al volver y hasta el mismo repecho, el aire pega de cara (a que Bilbao habrá ido el tío del ABC).

Aguanto el ritmo como puedo, (se nos queda el del Barça) y cogemos a otros de verde. Un poquito de gel, agua y después de preguntar al público, durante 5 veces, al fin unos chavales me informan que el Madrid ha ganado 6-1 con 4 goles de Cristiano, en ese momento, descanso (no literalmente, como os podéis suponer, pero descanso). Paso por cuasi-meta (los que hacen la media se desvía a la derecha), los demás seguimos rectos.

Y de nuevo muchísima gente por todos lados. Mi afición particular, me saluda, me cruzo con Carmen, que va aguantando como una jabata y le doy ánimos (lo reconozco, se me da mejor vocear que correr, igual en otra vida fui pastor).

Otro poquito de Powerbar de chocolate, con agua (como está madre mía), y seguimos manteniendo el ritmo. Km. 20 1:36h, Km. 25 2:02 h, Km. 30 2:28 h, Km. 36 3:00 h. Antes, de este punto tenemos el repecho mencionado en ambas direcciones y la zona bodrio (no había más que un tío de la organización, con las alfombrillas de los chips), encima se me habían quedado tanto los de verde como el de Ciudad Real. Me coge un tío de pelos, está conmigo dos kilómetros, no habla nada, (si, no, si no, no hace más que contestarme) al final se descuelga. A los que voy cogiendo, tampoco se les ve con ganas de hablar y se van quedando.

De todas formas, la subida del repecho, noto que me ha hecho mella y los cuádriceps los tengo muy cansados. Después del km. 36, trato de mantener el ritmo, pero este cae por encima de los 5:30 sin remisión, me concentro, pero el ritmo no me hace caso. No obstante, me da moral el hecho de que yo solo adelanto gente, no me rebasan de atrás (tampoco hablan, la gente es antipática por naturaleza o “siesos” que dicen en mi pueblo). Km. 37, 38, 39 igual, el ritmo no me hace caso y lucho porque no caiga a 6, como hace en el 40. Pienso en mis espectadores, que han venido hasta aquí, en mi tía Pili y Luchy y mi sobrino Jorge, que me vieron en Talavera y aunque el objetivo de bajar de 4 horas, está ya prácticamente conseguido, me digo voy a dar un apretoncillo (con cuidado, que se ha dado el caso de maratonianos, que ante este tipo de apretoncillos, han notado cierta humedad marrón que discurría por alguna de sus piernas) y después del último trago de cristasol, miro mi crono al pasar por el 41 y veo que marca 3:31:15. Me queda un kilómetro y los 195 metros que le debemos a la realeza británica (ver histo
ria de los JJ.OO. de Londres) y el apretón ya es de órdago, saco lo que poco que queda, recojo a Miriam y a Belén, para entrar en meta en 3:36:08, según mi reloj, 3:37:45, según la organización.

En cualquier caso, casi una hora menos que me primer maratón (25/04/10 en Madrid 4:35 h), puesto 258 de la General y más contentó que un serpiento, como diría Noemí.

Me doy cuenta, de que llevo la gorra amarilla, total, me va a demandar el Madrid, por la media de Talavera, que lo haga también por la Maratón de Bilbao. Así mismo tampoco me he acordado del 5308, será la edad, será la humedad, “que será que todos piden, lo que nosotros pedimos, lo piden hoy……” (Creo que esto era una canción).